Entrevista Elena Mª Oviedo Moral

Entrevista Elena Mª Oviedo Moral

Elena Mª Oviedo Moral, socia de Zurbarán Abogados, creyó que la abogacía no la acogería al creer  en aquel dicho que dice “quién no tiene padrino, no se bautiza”. Se equivocó, porque a día de hoy lleva más de veinte años en el ejercicio de la abogacía y sin duda es su vocación. No obstante, no comenzó a ejercer tras concluir la carrera, sino que descubrió que realmente era su camino tras opositar durante cinco años a jueces y fiscales.

1-. ¿Por qué decidiste ser abogada? ¿Qué fue lo que llamó tu atención?

Siempre quise estudiar derecho, aunque no había nadie en mi familia que se dedicara a ello. Me llamó la atención las películas y series de abogados, la figura del abogado defensor, la defensa de aquellas personas con menos recursos económicos y el sentido de la justicia en los juicios. Digamos que fueron un cúmulo de elementos diferentes lo que me cautivó del derecho. Entonces, cuando tuve la oportunidad, decidí estudiar derecho, y cuando terminé la carrera y continúe con las oposiciones a jueces y fiscales, las oposiciones pasaron por encima de mí… Poco después, decidí dejar el camino de las oposiciones para descubrir que la abogacía era lo mío.

2-. ¿Qué tres características debe tener un abogado?

La primera y la fundamental es la responsabilidad. No debemos olvidar que para nuestros clientes su problema es motivo de insomnio y de preocupación. El segundo, el trabajo. La abogacía exige estar actualizado en todos los sentidos. Y por último, pero no por ello menos importante… La humildad. Nosotros no tenemos la verdad absoluta por ser abogados. Todos los días aprendemos cosas nuevas y también nos equivocamos. Por tanto, debemos asumir la responsabilidad de nuestros errores y también reconocer nuestros méritos.

3-. ¿Qué diferencia a Zurbarán Abogados de otros despachos de abogados?

Por un lado, la diferencia con un despacho grande, que funciona con más distancia entre el socio y el cliente o el socio y el joven abogado y, por otro, el despacho pequeño, en el que el socio es quien atiende y está con todos los clientes. Nosotros somos un despacho intermedio, entre ambos mundos, en el que la profesionalidad y la cercanía que intentamos promover es tanto de cara al cliente como con las nuevas generaciones que trabajan en la firma. Por ejemplo, nosotros nos tratamos de tú y el socio sabe con quién trabaja en todos los niveles y le prestamos la misma atención y respeto a los clientes pequeños y grandes. Zurbarán Abogados es un despacho accesible tanto de forma interna como externa. No olvidamos que todos los asuntos son importantes y los clientes deben conocer quien es la persona que se encarga de su asunto.

4-. Elena, ¿Continúas enamorada de la abogacía?

¡Qué te voy a decir! Muchas noches me voy a las mil a casa, a menudo voy a juicios en pueblos lejanos, maldiciendo por qué decidí ser abogada, con la toga en el coche, pero la verdad es que cuando llego al juzgado y me pongo la toga, el chip cambia y la responsabilidad me motiva a ser mi mejor versión como profesional. Al final es algo que realmente me gusta y sí, continúo enamorada de la abogacía.

5-. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los abogados en la actualidad?

Voy a hablar de cuatro retos. En primer lugar, la brecha digital. Eso sí, la brecha digital no solo para los veteranos del despacho, sino que también incluyo a las nuevas generaciones. Me sorprende el abogado veterano que se pone nervioso si le cambian la configuración de la impresora y me sorprende el abogado joven al que le cuesta utilizar correctamente las herramientas básicas de ofimática. Por ejemplo, una hoja de excel o un word. Dan por hecho que saben hacerlo, pero luego no. Otro ejemplo, sería la dificultad de las nuevas generaciones para encontrar información en la base de datos, se les agota las ideas de cómo buscar la información.

Otro reto es la cantidad de normas que se generan cada día. No es normal el número de normas que se aprueban diariamente con una calidad legislativa deficiente y a menudo contradictoria. Muchas normas para la vida de los ciudadanos.

Por último, la evolución del modelo de la abogacía tradicional. Esa forma en la que nosotros veíamos la profesión como casi artesanal. Hoy en día, las nuevas generaciones no lo ven así. Tal vez, la profesión ha perdido ese aire romántico en el que acompañabas a tu maestro hasta el final, cuando ya no tenías “más que aprender”. Hay que tener paciencia para aprender.

6-. ¿Qué le hubiera gustado saber a Elena antes de comenzar la carrera de derecho?

La verdad es que no sé que responder, pero mira… Para mí, el tema de los idiomas es muy importante. Cuando yo empecé en los estudios básicos no se tenía en cuenta el inglés o al francés. Más bien, se estudiaba latín o griego. Cierto es que no he tenido ningún problema para desarrollar mi trabajo, pero me hubiera gustado saberlo para estar mejor preparada. Seguramente, me hubiera abierto las puertas a otras oportunidades laborales.

7-. Elena, ya acabamos ¿Qué tres consejos debe escuchar un estudiante de derecho?

Primero, que estudie todos los días, al final la abogacía exige formación diaria. Segundo, que no tenga miedo a preguntar. Hay veces que los jóvenes abogados no quieren asumir una responsabilidad porque tienen miedo a preguntar. Tercero, hay que ser responsables. Los abogados veteranos no debemos estar detrás de los abogados más jóvenes para que cumplan con su responsabilidad. Los abogados jóvenes deben dar un paso al frente y asumir su responsabilidad.